lunes, 3 de junio de 2013

La palabra esquiva

Tres historias detenidas, rebeldes.

Se niegan, se molestan, se trepan una sobre la otra.

Se retrasan.

Me impacientan.

¿O seré yo la culpable y ellas mis víctimas?

Ires y venires.

Es como "La autopista del sur", de Julio Cortázar. Sin auto y sin grandes intercambios. Entonces no es, descartado.

Son ideas que maniobran en la carretera a trasmano y se desmanejan. Sí, esta posibilidad se acerca más.

¿Se salvarán todas? ¿Alguna? ¿Se entrelazarán?

El tiempo -la carretera- dirá si encuentran la salida. O al menos un caminito al costado.

La letra -que reina y ordena- decidirá.

Si puede.

2 comentarios:

  1. Por no hablar de aquellas que vienen y van, que cuando no piensas en ellas aparecen, te indican una dirección y cuando comienzas a rodar y el papel en blanco comienza a vestirse de argumentos desaparecen, dejándote de nuevo sin historia, pero con una nueva etapa del camino realizada.
    Un saludo.

    ResponderEliminar