Frío del sur.
Es tan intenso a la mañana que ella se tapa hasta el cuello. Más no puede, está leyendo. Es muy probable que la frazada llegue hasta la boca.
Para las manos tiene una solución: guantes.
En su libro favorito busca “Mil grullas” y llora. Cuando la
bomba. Cuando la chica. Cuando el final.
Como todas las veces.
Foto de un álbum interior que Elsa Isabel Bornemann nunca
conoció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario